Exposición temporal de la fotógrafa donostiarra Lorena Ottero.
La música (del griego: μουσική [τέχνη] – mousikē [téchnē], «el arte de las musas») es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo.
Si a esta «organización sensible y lógica de sonidos y silencios» sumamos luz, cuerpo y movimiento, obtenemos algo mágico, y es sobre los escenarios, esos extraños lugares, donde independientemente de su tamaño o forma, la música adquiere una presencia especial. Sobre el escenario, el sonido, la luz, su ausencia, el silencio, el movimiento, todo se conjuga de forma mágica a través de un único hilo conductor, las emociones/la emoción.
Más que capturar, reinterpretar esa conjunción armónica de luz y movimiento es la única forma de obtener un instante congelado de lo que sucede sobre el escenario. Una reinterpretación que ocurre, sin embargo, en una fracción de segundo, sólo es capaz de transmitir lo que sucedió en ese extraño lugar si utiliza el mismo canal que lo creó y es que frente a la ausencia física del sonido, despertar emociones es la única forma de plasmar gráficamente «el arte de las musas».
Daniel G. Valero